El estrés en el trabajo afecta directamente la salud mental de los colaboradores. Cuando los profesionales se sienten agotados, pueden presentar síntomas como ansiedad, falta de ánimo y cansancio.
Adicionalmente, quienes se enfrentan a altos niveles de cansancio en su trabajo tienen una mayor probabilidad de desarrollar el síndrome de burnout, o síndrome de desgaste profesional. La principal causa del agotamiento profesional es el exceso de trabajo y este síndrome es común entre las personas que laboran constantemente bajo presión.
Sin embargo, antes de tomar decisiones precipitadas pensando únicamente en el rendimiento de la empresa, debemos recordar que los profesionales son mucho más importantes que los resultados. Por este motivo, a quienes se les diagnostica burnout, se les puede ofrecer una licencia médica para recibir el tratamiento necesario.
Cuidar de la salud mental de los colaboradores es una actitud que deben adoptar las empresas, ya sea en el trabajo presencial o en el trabajo a distancia. No obstante, si bien las acciones promovidas por RR. HH. tienen un gran impacto en el día a día de los colaboradores a nivel personal y profesional, este sector no es el único encargado de ayudar a reducir el estrés en el trabajo.
Las actitudes de liderazgo también son fundamentales para reducir el nivel de agotamiento de los colaboradores y velar por su bienestar. En este artículo, te presentamos algunas prácticas que pueden adoptar los líderes para cuidar la salud mental de los profesionales de su empresa. ¿Cuáles ya se aplican en tu compañía? ¡Continúa leyendo!
Entérate de cómo se siente cada colaborador en el trabajo
La primera medida para reducir el estrés en el trabajo es entender cómo se sienten los colaboradores en relación con el entorno profesional, la rutina, las exigencias, entre otros factores. De esta manera, podrás saber la opinión general de los empleados: si consideran que la rutina laboral es demasiado agotadora, por ejemplo.
Una alternativa para conocer sus opiniones es que los líderes de departamento abran espacios como reuniones en las que los colaboradores expresen qué es lo que hace que la rutina de trabajo sea estresante y cómo podría mejorarse. Sin embargo, es posible que algunas personas no se sientan cómodas exponiendo sus ideas delante de sus jefes. En estos casos, realizar una encuesta anónima dará pie a una comunicación más abierta y honesta.
Recuerda elaborar preguntas sobre las actividades consideradas estresantes y dejar un espacio en donde se puedan sugerir mejoras. De esta manera, los colaboradores podrán mencionar sus principales quejas y la empresa comenzar a trabajar en formas de solucionar esos problemas.
Elimina los castigos de tu forma de liderar
Un liderazgo que tiene actitudes de castigo e, incluso, intimidantes hacia sus colaboradores aumenta el nivel de estrés en el trabajo. Por eso, se debe animar a los directivos a mostrarse más humanos frente a los profesionales.
Para no tener un liderazgo hostil, se pueden integrar prácticas de reforzamiento positivo que premien al colaborador cuando haga algo bien. Por ejemplo, cada vez que un profesional pida ayuda, comunique que tiene problemas o exponga sus ideas, elogie su actitud para que repita estas acciones.
Por otra parte, si un empleado comete un error por falta de comunicación con los directivos, tratarlo de manera grosera y echarle la culpa no resolverá el problema. Al contrario, aumentará el estrés del profesional y provocará su insatisfacción con la empresa.
En esos casos es mejor decirle que los errores ocurren y aconsejarle para que lo sucedido no se repita. Así, demostrarás que tu liderazgo es humanizado y que comprendes al empleado, evitando que el entorno laboral se vuelva tenso.
Sé transparente con el colaborador
Cuando los colaboradores no saben lo que ocurre en su equipo y en la empresa pueden sentirse inseguros y estresados por ello. La comunicación es la clave para demostrar que el profesional es importante y que la empresa lo valora, así que sé transparente.
Los jefes pueden avisar sobre oportunidades de crecimiento en la empresa, reconocer el buen trabajo que se está haciendo y también, cuando sea necesario, advertir sobre los periodos que requerirán de mayor dedicación por parte del equipo. Lo importante es mantener la transparencia con los profesionales para que no haya sorpresas desagradables que puedan causar preocupación en el trabajo. Por lo tanto, programar reuniones constantes con los colaboradores para tener una comunicación eficiente es una excelente manera de asegurar el bienestar de los empleados y del equipo.
Anima a los colaboradores a hablar cuando se sientan abrumados
Los profesionales con exceso de trabajo tienden a cansarse y frustrarse. En estos casos, pueden sentir que los plazos establecidos por sus jefes son difíciles de cumplir o que la cantidad de responsabilidades que tienen no es la más adecuada para la carga de trabajo semanal.
Para que esto no ocurra, los líderes deben animar a los profesionales a tomar control de sus rutinas y a avisar cuando consideren que no van a poder cumplir con lo previsto. Esta actitud es esencial para evitar que los profesionales trabajen horas extras muy seguido y que desarrollen sentimientos negativos hacia la empresa.
Fomenta los descansos durante la jornada laboral
Una rutina muy ajetreada es otro factor que conduce al estrés en el trabajo. Para evitarlo, los directivos pueden animar a los colaboradores a hacer pausas para relajarse durante la jornada laboral.
Además de aliviar la tensión en el trabajo, esta actitud ayuda a mantener la productividad de los profesionales. Por este motivo, si los directivos crean espacios para que el empleado se tome un descanso del trabajo, como los de gimnasia laboral que ofrece la empresa, este se sentirá importante para la organización.
Para procurar el bienestar de los colaboradores, es relevante poner a disposición de ellos ayuda psicológica para que busquen consejo cuando se sientan mal en el trabajo. De igual manera, se pueden ofrecer charlas con psicólogos para enseñar técnicas acerca de cómo lidiar con la sobrecarga de trabajo y mantener la calma en esos momentos.
Promueve actividades que vayan más allá del trabajo
Además de fomentar los descansos durante la jornada laboral, promover actividades no relacionadas con el trabajo es otra medida que la gerencia puede adoptar para reducir el estrés de los colaboradores. Por ejemplo, se pueden hacer convenios con psicólogos, gimnasios, estudios de pilates y yoga, etc.
Invertir en acciones para el desarrollo profesional de los colaboradores es también una excelente forma de reconocer sus esfuerzos y reducir el agotamiento que causan los deberes diarios. Por este motivo, la empresa puede promover capacitaciones empresariales o algunos cursos de especialización.
Para que esta práctica sea eficiente, se puede evaluar el tipo de desarrollo profesional que necesitan los colaboradores. Por ejemplo, si los colaboradores manifiestan que se estresan porque utilizan el inglés constantemente y tienen dificultades a la hora de hablarlo, una excelente idea es invertir en cursos de idiomas.
En este caso, tu empresa puede contar con los cursos de inglés profesional disponibles en Slang. En nuestra plataforma digital, contamos con más de 100 cursos enfocados en el mercado laboral que cuentan con una metodología gamificada y se pueden estudiar online.
La empresa puede elegir solo los cursos especializados que se relacionen con el desarrollo de sus colaboradores, como son recursos humanos, ingeniería, transporte y logística, industria automotriz, industria aeronáutica y muchos más. Además, todo el contenido se personaliza en función del nivel de conocimientos de cada persona, desde el básico hasta el avanzado.
¿Te ha gustado el contenido y quieres ofrecer cursos de inglés profesional para los colaboradores de tu empresa? ¡Conoce nuestras soluciones para tu compañía!